Trail running es un deporte que consiste en correr “fuera de pista”, por senderos de montaña, huellas, rastros o caminos secundarios, a través de montañas, cerros y montes, cruzando arroyos y ríos, con grandes trepadas y abruptas bajadas.
Muchos corredores utilizan zapatos especialmente diseñados para trail running con mejores suelas que las zapatillas comunes. Suelen utilizarse calzados especiales con símil nylon que protegen los pies de heridas por punción de rocas afiladas u otros objetos.
Algunos corredores adjuntan ligeros crampones a la parte inferior de sus zapatos para tener una mejor tracción en nieve y hielo.
Una forma alternativa de llevar agua es utilizar una bolsa de agua potable con tubo en forma de mochila o riñonera. Es necesario llevar los diez elementos básicos de supervivencia para reducir los riesgos inherentes a las competencias. Muchos corredores utilizan bastones telescópicos de senderismo para aumentar la velocidad y la estabilidad.
En función de las condiciones meteorológicas y del recorrido, en el equipamiento, debe incluirse también: rompevientos, botellas de agua, protector solar, gafas de sol, polainas, spray anti-insectos, linternas frontales cuando se vaya a realizar el recorrido de noche o en condiciones de baja visibilidad, etc.
La normativa de la carrera, en caso de competición, puede requerir la utilización obligatoria de un equipamiento determinado. Con el tiempo el calzado para el trail running ha estado evolucionando, esto ha traído como cambio distintos materiales como membranas impermeables, zapatos más ligeros y rápidos…